EL TICKET DE DIOS

Por Claudia Morales

Quizás este sea uno de los post más emotivos que pueda escribir, o quizás sea el más espiritual, o tal vez sea el más emocionante. La verdad es que aún no puedo ponerle un adjetivo a esa surreal y sublime experiencia del día de ayer cuando, por fin, pude sentir "eso" de que Dios nunca te abandona.

"Otra vez no llego a fin de mes" pensaba mientras contaba las monedas para pagar el parquímetro. Es increíble pero sacando cuentas por aquí y por allá me quedaba mejor llevarme el carro que pagar el autobús y el metro. Así es la vida, en estos momentos mi situación financiera no es la mejor.

Llegué a mi trabajo, me estacioné y me quedé por espacio de una hora dentro de mi auto para poder ahorrarme algo, pagar menos tiempo de parking y poder tomarme un cafecito, pero cuando fui a ponerle monedas al parquímetro resultó que éste no estaba funcionando "machine is out of order" decía.

En ese momento también se acercó un señor al que le dije: "La máquina no funciona, pero de seguro la que está al cruzar la calle si esta funcionando". Fue entonces cuando el señor en cuestión me dijo: "No se preocupe yo pago los dos tickets, el suyo y el mío, quédese aquí tranquilita yo pago". Como muchas mujeres pensé: "Si este cree que por eso le voy a dar mi teléfono está equivocado, aunque ayuda el tiquecito lo único que le voy a dar son las gracias". Que equivocada estaba.

Sin saberlo me encontraba a segundos de recibir una de las lecciones más bellas de mi vida. Después de pagar los dos tickets el señor, que tenía una de la miradas más dulces que haya visto, me dió el ticket y me dijo: "Dios te Ama"...

En ese momento me sentí invadida por una emoción especial, parecía que algo poderosamente hermoso se había apoderado de mí, algo por dentro, en el alma y enseguida se me aguaron los ojos, le di un abrazo al señor y por supuesto le di las gracias. El señor sólo sonrrió y repitió: Dios te ama, no lo olvides.