NI DE ESPOSA, NI DE AMANTE.

23.06.2014 16:55

Por Claudia Morales



Alguna vez cometí el gran error de ser "la otra"; error que pagué con creces, y no por lo que piensen los demás sino por el daño que me hice a mí misma.

Por mucho tiempo me justifiqué diciendo que en el amor no se manda y que hay sentimientos que no se pueden controlar hasta que me di cuenta que esas son solo frases hechas, que al final del día, solo sirven para auto engañarnos y nada más.

Sí estaba muy enamorada pero la realidad es que lo que me tuvo en la sombra de una relación que no tenía ni pies ni cabeza no fue el hecho de estar tan enamorada de un hombre casado e infiel sino el hecho de que mi amor propio estaba en el subsuelo.

La mayoría de los hombres casados que buscan relaciones extramaritales lo hacen porque sí, sin motivo, ni razón, y aunque la lista de excusas para ser infiel va desde "me casé por puro compromiso" hasta la típica "no soy feliz en mi matrimonio" la verdad es que en el fondo sabemos que nos están metiendo tremendo cuento.

Ahora bien,  si no eres feliz en tu matrimonio la solución no está en buscarte otra mujer y tenerla de reserva para cunado puedas o quieras, no señor. Si no eres feliz en tu matrimonio lo que tienes que hacer es acabar con ese matrimonio, como lo hacen los que verdaderamente ya no quieren o no aman a su conyugue pero que sienten un mínimo de consideración y respeto por ella o él. Es que cuando tienes problemas maritales lo que menos se te ocurre es buscarte un amante porque simplemente no tienes cabeza para eso, lo que quieres es salir del problema y recuperar tu tranquilidad.

El que tenga problemas en su matrimonio que busque ayuda profesional o que se divorcie y punto. Recuerda que tu no eres plato de segunda mesa, ni psicóloga, ni consejera matrimonial, ni Santa Teresita de la Comprensión.

Aunque no tengo madera de esposita, tampoco tengo madera de amante. Simplemente quiero una relación donde el amor y el compromiso nazcan de la naturaleza de cada uno y del querer estar y amar, así de orgánico; sin papeles y sin falsas ataduras que no comprometen a nadie que no quiera comprometerse.

Así que, mi querida amiga, no cometas el error de ser "la otra" y refuerza tu autoestima. Di que NO y date a respetar. No vale la pena estar en la sombra y mucho menos cuando la soltera eres tu. Disfruta de tu libertad a plenitud y descubre lo bien que se siente ponerle distancia al egoísmo de un infiel. Te acordaras de mí.



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